Maro, La Magdalena, Cerritos de Cárdenas - Leyendas

El Doctor 

Se cuenta en un paraje en Maro y La Magdalena, que un día llego un Doctor Gringo a la Ex-Hacienda de Solís, y comenzó a vacunar a hombres, mujeres y niños, en una "Campaña de Salud". Pero muchos de los que fueron vacunados comenzaron a morir, sanos y sin causa alguna, muchas de las personas fueron a buscar al Doctor, pero este ya se había ido, se comenta entre la gente que en realidad se estaba probando con ellos algún experimento. Esto llego a oídos de la gente de Maro, ya que varios de sus habitantes trabajaban en la Ex-Hacienda de Solís, no paso mucho tiempo para que el Doctor llegara a Maro con la misma intención, pero la gente estaba enfurecida, ya que varios de sus familiares habían muerto después de haber sido aplicada la "Vacuna", entonces sacaron palos, trinches, armas y una turba se fue contra el Doctor. Este salió corriendo a ocultarse en el cerro rumbo a San Pedro pero los habitantes conocían mejor el terreno y le fueron dando alcance, hasta que pasado un tiempo el Doctor no pudo más y fue ultimado por las personas de Maro en la comunidad de San Pedro. (Aún se encuentra la cruz con su nombre en el sitio donde lo mataron).

Al ser ciudadano estadounidense no paso mucho tiempo para que mandaran buscar por el, el ejercito al enterarse de lo que había pasado comenzó a llevarse a los hombres de Maro en una gran redada, las mujeres y niños se ocultaron en la capilla del Señor Santiago, mientras los hombres se trataban de ocultar en los graneros, bodegas, la paja. Las mujeres dentro de la iglesia comenzaron a orar por sus maridos, hermanos, hijos, al Señor Santiago. Un hombre no tenía lugar para esconderse y le pareció ver una figura como la del Señor Santiago indicándole un lugar, allí fue con otros más y se ocultaron hasta que los militares terminaron de buscar. Muchos dicen haber perdido amistades y familiares y nunca supieron que fue de ellos. Los hombres le comentaron a las mujeres sobre el hombre en el caballo, las mujeres indicaron que estaban orando al Señor Santiago por ellos y que el los ayudo.

El Doctor - Historia Detrás de la Leyenda

En el período presidencial del entonces Presidente Miguel Alemán Valdez , mando a dos militares y un americano (médico veterinario) a vacunar el ganado, porque se encontraban enfermos y no querían que ocurriera una epidemia en el país, ese fue su cuento. Empezaron desde Molinos de Caballeros, Ixtapa, San Antonio, Solis, Juanacatlan, San Francisco, San Nicolas, Calderas, Ahuacatitlan, traían maquinas para hacer las excavaciones para enterrar el ganado sacrificado, pero hubo quien se dio cuenta que no enterraban al ganado, si no que se llevaban los animales en la noche, por lo que cuando citaron a la Magdalena, Maro y Temascalcingo para llevar el ganado a San Pedro el Alto.

Llegado el día se sorprendieron de que la gente no llevo el ganado pero si piedras, machetes, palos, y al preguntarles porque no obedecieron la orden que había dado el presidente de llevar el ganado a vacunar la gente respondió, "Nosotros no somos majes aquí no nos van a robar", sujetaron a un militar el otro corrió saliendo entre la gente , y escapo, el americano corrió tomando el camino que va a la división de las tierras comunales de la Magdalena ya lo daban por perdido pero una mujer lo alcanzo a distinguir en un lugar que habían dejado de sembrar, la gente enardecida le dio alcance, siendo una mujer la que le pego con un garrote (piedras en otra versión) como ellos decían y lo sepultaron.

El militar que se escapo dio parte de lo ocurrido, el presidente utilizo la estrategia de golpear a los pobladores de las diferentes comunidades, utilizando a la iglesia como refugio, y como nadie quiso decir donde habían sepultado al americano cambiaron la estrategia, engañaron al pueblo diciéndoles que todo estaba olvidado y les dijeron que les iban a entregar arados y un par de caballos para que cultivaran sus tierras, para esto los citaron en Maro, si llevaron algunos caballos y arados también, pero después los rodearon los militares y empezaron a subir a la gente a los camiones, de la gente que se llevaron no se volvió a saber nada.



El Señor de la Columna

Cuando comenzó la fundación de La Magdalena, no había iglesia, sino solo una estructura que funcionaba  como tal, y dentro de esa estructura estaba "El Señor de La Columna". Los hacendados querían esa imagen, y se la llevaron varias veces a Cerritos y a Solís, pero al día siguiente de que la sacaban de la estructura aparecía de nuevo en La Magdalena.

Los hacendados pensaban que la gente al darse cuenta de que no estaba en su lugar la imagen, iban y la sacaban para regresarla a ese lugar. Así que decidieron poner vigilancia afuera de (En Cerritos o Solís) donde se dejara la imagen para que no la devolvieran a La Magdalena. Pero a pesar de esta vigilancia por alguna razón (Los custodios se llegaban a quedar dormidos) la imagen siempre terminaba regresando a su altar. Se piensa que la imagen regresaba caminando, por que al verla de nuevo en su lugar después de desaparecer, se encontraban sus pies llenos de lodo, y las huellas de haber pasado por el lugar. Desde ese día los hacendados decidieron dejar la imagen en la Iglesia de La Magdalena Centro.

La Mujer de Blanco en la Carretera

En la carretera que va de San Isidro a Cerritos se han visto muchas veces a una mujer de blanco pidiendo raite o haciendo una seña para que los conductores bajen la velocidad del vehículo, en cualquiera de los casos si no lo hacen, unos metros más adelante se encuentra ya sentada en el asiento de atrás del auto y el conductor al darse cuenta ve a una mujer sonriendo y de cara aterradora, se asusta, perdiendo el control del vehículo, y chocan o se voltean, se cuenta que en esta carretera a habido muchos accidentes, y algunas personas dicen haber visto a esta mujer cuando todo paso. Según me dijeron puede ser una persona que falleció en un accidente a alta velocidad y que al ver coches circular rápido, trata de advertirles pero al no hacerle caso, ella revive su accidente dentro del coche que trato de ayudar. Cuentan personas que la han visto y le han dicho que se suba que la chica va temblando, como si tuviera mucho frío, y les pide bajar unos metros adelante por que ahí está el camino a su casa, al otro día al pasar por el mismo lugar se encuentran con una cruz en el camino justo donde dejaron a la Mujer de Blanco.

El Niño de Cerritos

A la altura de Cerritos, en la carretera, se encuentra un niño esperando, nada raro, aparte de la hora, son pasadas las 12 am, el niño hace la parada y el taxista al ver que es un niño, se detiene y le pregunta ¿A donde te diriges? El niño le contesta que va a su casa en Solís, el taxista le dice, súbete. En el camino el niño va tranquilo, observando a su alrededor, hasta que al cruzar el puente del Río Lerma, y unos metros antes de la Iglesia, le dice que ahí se va a quedar. El niño baja del auto y se le ve entrar a una casa cercana. El taxista siente curiosidad, y se dirige a la casa para ver por que el niño estaba a esa hora solo en la carretera. Se acerca a la puerta y toca, pocos minutos después sale un señor y pregunta ¿Que se le ofrece? El Taxista le pregunta sobre el niño y que si esta bien dejarlo solo a esas horas, el señor le dice que no es nada de ellos, y que no lo conocen, pero que no es la primera persona que pregunta por el, que no debe de preocuparse más, ya que le niño ya se debe de encontrar "Descansando". El taxista se sorprende y se sube al auto, continua su camino. Existen varias versiones, donde el niño se baja en la iglesia sin estar detenido el auto, o simplemente al pasar frente a la iglesia de Solís este desaparece del asiento, pero a los que les ha pasado siguen con la pregunta ¿Quién era ese niño?

El Árbol

Un hombre quería hacer leña para encender la lumbre ya que hacía mucho frío así que comenzó a golpear un árbol con el hacha, entonces oyó una voz que le suplicaba que no siguiera golpeando ni cortando las ramas. El hombre se puso a oír bien y noto que era el mismo árbol el que le hablaba:

-No me golpees, no me lastimes, déjame vivir y yo te pagare algún día.

El hombre sintió lastima del árbol y dejo de golpear con el hacha y fue a seguir sus trabajos en la milpa. A medio día cuando vino su mujer se sentaron bajo la sombra del árbol para refrescarse, entonces el hombre oyó que el árbol le dijo:

- Ya lo ves, cómo me has dejado vivir, te estoy pagando tu favor, pues te estoy dando sombra para que te refresques, si no te proteges conmigo te mueres de calor, ve a tu mujer sentada bajo la sombra de mis ramas, está bordando tu camisa ¿No te da gusto?

El hombre comprendió el favor que le había hecho al árbol y el favor que el árbol le estaba haciendo a el.

El Señor Santiago
 

Había una vez una ancianita que vendía pulque. Un día la viejita se fue al mercado a hacer sus compras. Los nietos se quedaron en la casa encargados de ir a traer el agua y la leña para la viejita. Cuando regresaron tenían mucha sed, y quisieron agarrar del pulque de la viejita, pero este se encontraba dentro de la casa y no pudieron tomarlo. Se encontraban acomodando la leña cuando su abuelita los llamo:

-¿Están ahí?

-Si, abuelita, aquí estamos.

-¿Ya trajeron la leña y el agua?

-Ya esta aquí.

-Muy bien, muy bien.

Entonces se acercó a donde tenía guardadas sus cosas,y a donde estaba guardado también el barril de pulque. Allí junto estaba un figura del Señor Santiago. La viejita se fue a ver su pulque. Y se dio cuenta de que no estaba completo, ya había bajado el nivel.

-¿Qué pasaría con el pulque que falta?, ¿Quién se lo habrá tomado? Porque la puerta estaba cerrada.

Levantó la vista y vio al señor Santiago que tenía espuma de pulque en la barba y en la boca.

La viejita se enojo, y le hecho la culpa al señor Santiago.

-¡Ay! Diosito, tu eres el que se tomo el pulque. ¡ah, que Cuzco eres! Ese pulquito es el que vendo para tu incienso, para tus flores, para tu cera. Pero ahora vas a ver que ya no tendrás ni incienso ni cera.

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