Los Xita Corpu o Viejos De Corpus

Cuentan los ancianos de Temascalcingo, que cuando no se sabia de hombres blancos, en el valle, no llovía y el maíz se tornaba amarillo por la falta de las aguas del cielo, y es así como los cargueros (nombre que se les da a las personas que cargan a los patronos de las capillas de cada barrio) de una capilla se reunieron para platicar sobre el que podían hacer, se quedaron dormidos y en sus sueños se les apareció un enviado del cielo, el cual les mando hacer una danza para llamar la atención de Dios, estos cumplieron con el mandato y haciendo ruidos extraños y danzas igualmente extrañas, lograron llamar la atención de Dios y al voltear a ver, lo que sucedía, le agrado tanto lo que veía que de inmediato mandó la lluvia. Y desde aquel día cada año, a finales de mayo o a principios de junio, se celebra el jueves de Corpus, y esto coincide con el calendario agrícola y el culto solar de los aztecas.

La fiesta comienza un día anterior al jueves de corpus, ósea el miércoles (vísperas), día en que todas la capillas de los barrios pertenecientes a la cabecera municipal de Temascalcingo, se visten de fiesta, al sin fin repiqueteo de las campanas, sonido tal que hace que los “viejos de corpus” se reúnan. Al son de la tambora y el violín los viejos hacen travesuras y bailan sin cesar hasta altas horas de la noche. Los grupos de Viejos, están formados por familias, (las cuales representan a cada barrio), y sus integrantes son, “El papá grande”, “La mamá grande” y los hijos. También los acompaña un torito, el cual además de ser la representación de el ganado, tiene como significado, la fortaleza, la disciplina y el orden, así como la mata de maíz que lleva en el hocico el torito, significa la fertilidad. En las vísperas, las personas de cada barrio celebran la fiesta, regalan atole, y pan, esto con el fin de agradecer a las personas que asisten.

Al amanecer, comienza de nuevo el repiqueteo de las campanas de los barrios, llamando a los “Viejos de Corpus”. Una vez reunidos todos pasan al interior de la capilla y salen en procesión escoltando al Patrono de su barrio, entre los estruendos de los cuetes todos se dirigen a la parroquia de Temascalcingo, una vez que han llegado a la parroquia, dejan a su imagen en el interior de la misma y todos los viejos salen a las calles de Temascalcingo a divertirse.

Familia por familia recorren todas y cada una de las tiendas, así como algunas casas del pueblo, y en medio de gritos, danzas y tonos de voz muy peculiares, exclaman: Hola manito, hay pariente, tú has de ser de mi familia; a la vez que recogen lo que los dueños de las tiendas les quieran regalar.

En punto de las 12:00 p.m. paran sus alborotos, para ir a acompañar a los santitos de sus capillas a una procesión alrededor de las estaciones. A las 15:00 p.m. todos se reúnen en el atrio de la iglesia para comer y descansar. Los familiares de los Viejos, les llevan en sus bolsas del mandado, Tortillas, Mole, Frijoles y Salsa, y todo lo colocan sobre un mantelito en el pasto, pero sobre todo no puede faltar el pulquito y las cervezas, las cuales les darán la fuerza para regresar a su comunidad.

Después de la comida y el descanso se preparan para iniciar la retirada, no sin antes agradecer al Señor de la Coronación por el haberles permitido vivir un año más y pedirle su bendición para un feliz retorno a su casa.

Al llegar cada familia a su barrio nuevamente se oye el repicar de las campanas dándole la bienvenida a sus Viejos de Corpus, quienes permanecen a fuera de las capilla, mientras el violín y la tambora entran, casi en seguida entran el Papa grande y la Mamá grande al interior de la capilla, después de una reverencia ante su santito, salen a recibir a sus hijos, ya todo juntos dentro de la capilla, vuelven a danzar para alegrar a su santito. Al salir de la capilla todos los viejos se dedican a la siembra del dulce, la cual se lleva a cabo con un arado el cual expulsa dulces para el agrado de los niños, pero en realidad eso tiene como significado, las abundancia que esperan al llegarse las lluvias.

Todos hacen un circulo y uno a uno pasan todos los viejos desde el mas chico hasta el Papá grande y la Mamá grande a torear al torito. Una vez que llega el turno de el Papá grande este en su faena cae muerto. La Mamá y los hijos tristes lo sacan del ruedo y entre llantos y lamentos que se mezclan con el humo del copal, la música y los cohetes que anuncian la muerte del Papá grande, lo entierran; pero su espíritu anda vagando en el aire.

Los viejos se juntan para repartirse lo que se junto en el día, ya todo esta servido y el banquete va a iniciar agasajando a todos los presentes, pero ¡¡OH!! Sorpresa, pues de la tumba sale el Papá grande dando gritos y saltos y se aleja diciendo que volverá el año entrante, esto quiere decir que el espíritu de los viejos no ha muerto si no que esta aquí entre nosotros y que regresara al año siguiente donde se volverá a sentir la magia el misticismo de estos nuestros Viejos de Corpus.

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