Leyendas Mazahuas

Presentamos una recopilación de pequeñas leyendas mazahuas para poder entender más el sincretismo y la cultura de este pueblo representativo de nuestra Región.


Leyenda de la Cruz

Se dice que había una cruz, en un manantial, donde había agua muy caliente, aun lado estaba formada una cueva, donde estaba la cruz, arriba de la cueva se construyo una iglesia, pero la cruz permaneció en la cueva y nadie la tocaba, como iba mucha gente a bañarse allí, por el agua caliente, dicen que sanaba a muchos enfermos, con solo bañarse, al terminar ya se sentían sanos, y le daban gracias a la cruz, pero que unas personas al verla se dieron cuenta que era de oro. Y dicen que la robaron, que trataron de hacerla pedazos para venderla ya que no podrían venderla toda completa, por que no querían que la gente supiera quien la había robado pues los buscarían para colgarlos o quemarlos.

Para sorpresa de estas personas, no pudieron destrozarla y que sus herramientas se quebraban todas, si una noche rompían un brazo, al día siguiente estaba nuevamente completo, sin ningún defecto, las personas se sentían muy cansadas y decidieron llevarla a un lugar donde nadie los viera y tirarla, eligiendo un pajar. Se dice que fue encontrada por el dueño del pajar, al que en la noche le habla, diciéndole que le construyera una casita allí este señor por miedo le tuvo que comunicar al delegado el hallazgo, por lo que inmediatamente le comunicaron a la gente y la llevaron de regreso a su lugar, pero se dice que ya no duró mucho, se desapareció junto con el agua caliente, porque no le construyeron su capilla.

El Duende

Hace muchos años, en los límites del municipio, había una presa para pescar, lavar o pastorear animales, cuenta la gente que con cierta frecuencia en la orilla aparecían monedas, aretes, sobre todo monedas y espejos, decían ¡ay de aquel que las tomara! Porque se lo llevaría el duende. En una ocasión, un adolescente encontró las monedas cuando caminaba por la orilla y las tomó, de pronto sintió que estaba dentro del agua y empezó a gritar porque sentía que lo jalaban al fondo de la presa, varios se dieron cuenta y corrieron a sacarlo, desde entonces aquel muchacho se volvió distraído y apático y hasta hoy en día sigue soltero.

La Cueva

En una comunidad llamada San Pedro, existe un lugar denominado el Nogal, si acudes a este lugar y si encuentras una piedra en forma de caracol, dicen que eres la persona elegida; sólo debes patear la piedra y como arte de magia automáticamente se abre y aparece una gran cueva, al entrar verás un mercado, tiendas de abarrotes almacenes y muchas cosas más; si llegas a entrar a la cueva y pides un deseo y si es de dinero se te concede. Al lugar han acudido muchas personas, pero no encuentran la piedra en forma de caracol, y las que han entrado a la cueva se hacen ricos, sólo que les llega la muerte en forma muy extraña, aseguran que esto es obra del mal.

El Saldova

Se cuenta que hace tiempo en una casa vivía una familia con dos niños de nombres Pedro y Juan, estos niños solían jugar diario en las faldas del cerro de la comunidad la mesa, un día jugaba a las escondidas uno de ellos se ocultó detrás de unas piedras grandes, y allí encontró dos piedras con rasgos arqueológicos, cuando quiso enseñárselo a su hermano al voltear hacia atrás vio a un duende y empezó a correr, de tanto miedo corrió a su casa sin decirle a nadie lo que le había pasado .

Tiempo después crecieron los niños hasta llegar a ser adultos pero que el había encontrado las piedras le había ido mal y no contaba con dinero para mantener a su familia y entonces decidió vender una de las piedras que había encontrado. Después de vender la piedra le pasan cosas muy raras como son: la llegada de un perro grande de color negro y quiere llevarse a sus hijos, o seguido pasa la llorona por detrás de su casa, también hay noches que llega la bruja a su casa y quiere llevarse al más pequeño de sus hijos desde entonces el señor tiene mucho miedo y no puede dormir tranquilo. Se rumora que es el mal en busca de sus pertenencias, también se dice que en la comunidad de la mesa puede haber una zona arqueológica por debajo del pueblo.

El Tlachiquero

Un día pero muy temprano el señor José fue a raspar sus magueyes, al llegar en el primer maguey, para su sorpresa no encontró ni una gota de aguamiel, después continuó con el siguiente maguey pero tampoco encontró aguamiel y así hasta terminar con el último maguey.

Descubrió, que los que habían acabado el aguamiel eran dos simpáticos tlacuaches tirados abajo del último maguey, pero bien borrachos; enojado el señor los amarró de las patas con un mecate y los llevó con el delegado para que pagaran el daño que causaron, sin embargo los tlacuaches solo decían; estamos bien borrachos, porque él mismo nos invitó. Entonces el delegado no tenía idea de lo que pasaba y dijo llévatelos para que los mates, haz una fiesta para que invites a todo el pueblo. Y así termino la vida de los tlacuaches borrachos.

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