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Mal del Río - Leyendas

Varios son los relatos que existen sobre la "Llorona" mejor conocida por los mazahuas como Nenghihé, aquí reproducimos algunos de estos fragmentos:

Cuentan los viejos que cuando un hombre tiene una mujer, cuando tiene su novia, una linda mujer mazahua, siempre quedan de verse entre los caminos del pueblo al ir ella por agua al río, al salir él a cortar leña para el fuego de la casa. Una vez un joven enamorado y muy trabajador, quedó de encontrarse con su novia cerca del río. El llegó temprano a la cita, nervioso y lleno de gusto por ver a su amada, cuando al irse acercando al lugar ya mencionado, con sorpresa se dio cuenta que en la orilla ya lo estaban esperando, ella estaba con sus mejores ropas, destellando belleza sin igual. Pero no era ella, si no Nenghihé, la llorona, y el no se había dado cuenta, se acercó y le dijo que era muy temprano para que ella estuviera ahí. ella le dijo que lo estaba esperando. El joven la tomó de la mano, estaba suave y fría, ahí se dio cuenta que no era ella. Ella le dijo que a donde iban a ir, el le dijo que a dar un paseo, pero antes, le dijo que le quería regalar un collar; Entonces, aquella mujer que supuestamente era su novia, quedó atrapada con el collar que le puso, y que en realidad era un lazo que traía la montura de su alazán. El caballo tomó rápidamente el camino. Cuando regreso a casa de su novia ella se encontraba dentro, de no haberse dado cuenta rápido, hubiera enfermado y muerto. Actualmente todavía existe esta Nenghihé, se escuchan sus lamentos y se le ve aparecerse a hombres que caigan en este engaño. Una señora de Pueblo Nuevo, escucho los lamentos del "Mal de Agua", por eso siempre se aparece en las margenes de los ríos o en proximidades de los arroyos. También cuando llueve mucho, pero especialmente cuando te vas a bañar a los ríos, donde te jala y te lleva hasta el mar. Un señor del barrio de Cerritos, se fue a pescar a las orillas del Lerma. Cuando llego lanzó su anzuelo, y comenzó a sacar peces con mucha facilidad. Entonces escucho una voz sepulcral de mujer que le decía: ¿Ya terminaste de pescar? ¡Porque ahí voy!, al escuchar estas palabras sintió que algo se trepaba en él, inmediatamente corrió a las milpas, pálido del miedo, pero la voz aún le gritaba ¿Donde vas? Regresa por tu pescado, pero no regresó más.

Ya sabemos que el mal es más astuto que nada, si en el camino se aparece, en todos lados se aparece el mal y con el miedo que le tiene uno, pues... se presenta. Y es que el miedo es el que trae al mal. Por eso dicen que Nenghihé se aparece en unas partes, y en otras solamente deja una prenda: aretes o gargantillas, que si los tomamos nos perjudican, nos hacen un mal. Por eso a la orilla del río encontramos aretes, collares, pulseras, para que caigas en sus redes; a muchos les ha sucedido ya.

Según otra versión, los hechos suceden en los puentes que atraviesan el río Lerma. Era un día de lluvia torrencial y el puente tenía mucha corriente, siendo muy peligrosa. Un señor que observaba lo que pasaba vio a una mujer con un bebé en los brazos. Ella, muy afligida por la lluvia, se apoyó en el palo del puente, gritó y gritó, confundiéndose sus gritos con los llantos del niño. Después, el bebe desapareció entre las aguas y la mujer se lanzó al agua, donde murió ahogada sin llegar a encontrar a su bebé. Desde entonces, cada vez que llueve se escucha llorar de forma inconsolable a la mujer. Sólo cuando encuentre a su hijo cesará su llanto. También se cuenta que "La Llorona" fue una mujer que se casó con el Diablo. Esta mujer se enamoró de él pensando que era un hombre bueno, sin saber quién era en realidad. Un día, el Diablo llegó más temprano de lo normal a su casa y la mujer aún no tenía preparada la comida. Salió a comprar para cocinar, pero el Diablo no aguantó más y se comió a sus hijos. Cuando volvió la mujer, desconsolada lloraba por sus hijos todas las noches. Un día, el Diablo se cansó de sus llantos continuos. La amarró a la cama con unas cadenas y le enterró una estaca en el corazón. Desde ese momento, la Llorona recorre las calles de toda la región arrastrando sus cadenas y llorando por sus hijos perdidos.   Según la tradición Mexicana, pasea por las calles solitarias y frecuenta los lugares donde hay agua, como piletas, ríos, fuentes o tanques. Sus lastimeros gritos asustan al más valiente y paralizan al pavoroso. Muchos dicen haberla visto y escuchado. Se cuenta que cuando se la escucha cerca, en realidad está muy lejos, y viceversa. Se dice que no puede ganarse a una persona (es decir, quitarle la vida) si ésta usa la ropa interior al revés, se le presenta a los hombres pensativo en una mujer para engañarlos, se dice que si se le habla ella les quitara la vida, y que un hombre acechado por la Llorona se salvará si una mujer le toma de la mano, pues el espectro sólo ataca a personas solitarias. También se cuenta que si uno escucha el grito debe tratar de moverse y no quedarse congelado por el pavor. La persona tiene que huir antes de escuchar el tercer grito, o la Llorona se la ganará. Para evitar encontrarse con ella, o ahuyentarla, hará bien en rezar al santo de su devoción o repetir las oraciones tradicionales católicas.

Unos imaginan a la Llorona como una mujer vestida de luto riguroso; otro la ven vestida de blanco. También se dice que el pelo suele taparle la cara. otro aspecto propio del espectro  es que su grito viene acompañado de un viento frío que hiela la sangre. Otros dicen que si ves los ojos de la llorona esta te quita la vida.

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