Leyendas Urbanas de Temascalcingo

Estas leyendas son algunas de las que se cuentan por las calles de Temascalcingo, son pequeños relatos o dichos que nos llevan a pasar momentos de angustia cuando nos acercamos por la noche a los lugares de los que se habla.

Tacones en la Oscuridad
Dicen algunos vecinos de Puruahua, que una casa abandonada al pie del cerro de La Cruz, es la portadora de un ambiente muy pesado, de gritos y sonidos extraños que en muchas ocasiones han asustado al más valiente. Cuentan que tiempo después de quedar deshabitada comenzaron a observar a una mujer que recorría calles del barrio con sus tacones altos, los cuales han sido escuchados por muchos vecinos de los diferentes barrios y comunidades que pasan cerca de la casa por las noches. Los mismos también dicen que el personaje tiene su vestimenta totalmente desgarrada, y camina a un ritmo que retumba en los sentidos y hace que las personas busquen sin éxito a la mujer que viene detrás de ellos, pero solo los ecos de los tacones en la piedra es lo que se escucha. Algunos cuentan que llegando a la casa se pueden escuchar algunos gritos ahogados, pero sin duda lo más aterrador y llamativo, es el terrorífico sonido de los tacones retumbando cada noche, cuando esta se acerca por detrás de las personas a altas horas de la madrugada. También se cuenta que se le ve dentro de la casa, cuando no se esta moviendo, parada, solamente admirando su jardín.

El Teatro del Colegio
Muchas son las leyendas que se cuentan sobre el Colegio "María Salome Chaparro", pero son tres las que se han extendido más. Cuentan que una niña se encontraba jugando en los columpios del Colegio, recordaremos que antes de que los edificios nuevos fueran iniciados había un área de juegos justo afuera de la entrada al teatro, se dice que esta niña sufrió un accidente en el columpio (algunos dicen que otras niñas mas grandes la empujaron) y murió de las heridas en el patio del colegio. Muchas internas de esta época refieren que por las 12am y 12pm se puede escuchar el rechinar del columpio, en ese entonces aún en el patio. Pero al ser remodelado el Colegio este columpio fue a dar a un costado de el Teatro, a un lado del escenario junto con los demás juegos. Se dice que ahora puedes escuchar el columpio rechinar en el Teatro del Colegio, de un lado a otro se escucha como alguien se mese en el, aún.

La segunda leyenda cuenta que a las 11 de la noche en punto, en la oscuridad del teatro, se puede llegar a escuchar silbidos si uno presta mucha atención. Estos silbidos, aumentan a medida que los minutos transcurren, llegando a convertirse en algo así como una pequeña canción. Se dice que muchos niños sabían de donde provenían los sonidos, del muñeco de trapo colgado. Dicen que en la época de la construcción de los salones nuevos, en el fondo del teatro, donde la luz apenas alcanzaba a alumbrar, se podía ver colgado desde lo alto del escenario a un muñeco de tamaño de una persona adulta, atado de la cintura, mirando y  a veces silbando. Nadie sabe quien lo colgó ahí, pero se comenta que los albañiles de la obra quizá lo dejaron ahí para asustar a los niños para que estos no se acercaran a la obra en proceso, ya que algunas veces tenía casco amarillo como los que usan en la construcción.

La ultima leyenda urbana cuenta que en el salón que se encuentra cerca de la entrada del Colegio paso algo muy extraño. Los niños que fueron testigos de lo ocurrido contaron que todo comenzó un día en que un alumno travieso realizo una broma en clase, todos comenzaron a reírse y entonces la maestra se enojó, y les grito que se callaran, los cuales obedecieron al instante, sin embargo se siguió escuchando una risita aguda que venía, decían del teatro, todos se asustaron, pero la cosa quedo ahí. Después de unos días volvieron a escuchar la risa, y la maestra pensó que se trataba de algún niño que se había colado al Teatro sin permiso, y se estaba burlando de ella, así que abrió las puertas y fue con algunos niños a buscarlo, pero no encontraron nada. Se dice que aún se escucha esa risa en el Teatro, riendo de vez en cuando de las bromas que se dicen en el salón de clases.

La Curva de El Palo de la Raya 
Pasando el “Palo de la Raya”, que es el antiguo camino de la Intendencia de Guanajuato hacia la Intendencia de México, ahí se encuentran vestigios de un camino empedrado el cual muchas veces desaparece porque ha sido tapado por la autopista que está construida actualmente. En una de las curvas por donde comienzan a verse los anuncios, se cuenta por personas que pasan por ahí, que reciben una llamada, pero el identificador del celular no muestra ningún numero, muchos han contestado y dicen que no escuchan nada. 

Unos metros más adelante, a un costado de la carretera, ven a una persona de traje, con sombrero y su bastón, que les hace la parada, algunos conductores dicen que se han orillado, pero antes de mediar palabra observan que atrás de este individuo hay algunas personas más, escondidas en los árboles o algunos arbustos, por lo que temiendo se trate de un asalto arrancan para alejarse de ahí. Minutos más tarde vuelve a recibir una llamada, pero no se muestra número en la pantalla de su celular, muchos dicen que es el Diablo, esperando a alguien a quien intercambiarle su alma por el tesoro que hay en la mesa que esta por las vías del Tren.o tal vez alarmado ante la posibilidad de que se trate de una banda de ladrones, el conductor decide en el último momento no recogerlos. Los viajantes se encuentran ya bastante cerca del coche, pero el conductor pisa el acelerador a fondo y se aleja tan rápido como puede. Los viajantes parecen enojados: gritan y chillan mientras el automovilista se aleja.

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