Las Misteriosas Estructuras Lineales de Temascalcingo

Durante la primera temporada de campo del proyecto "Arqueología del Valle de Temascalcingo", que contemplaba el estudio de la región desde Atlacomulco hasta Tepuxtepec. Realizaron un reconocimiento aéreo, del cuál resultaron dos descubrimientos de importancia; el primero es la localización de un enorme sitio habitacional-ceremonial próximo al poblado de Santo Domingo Shomeje, y el segundo es la ubicación de vastas extensiones cubiertas de unas estructuras lineales. Pocos días después del vuelo visitaron por primera vez las estructuras y se dieron cuenta de la ausencia de material arqueológico en la superficie, refiriéndose a las mismas siempre como estructuras. En 1978 se localizaron cerca de 40 sitios arqueológicos en Temascalcingo. en 1980 se localizaron 60 sitios más, donde gran parte del tiempo de exploración fue dedicado a este tipo de estructuras.

Se trata de estructuras de poca altura, casi siempre de forma rectangular y construidas por simple amontonamiento de piedras. Tienen alguna regularidad en sus dimensiones, pero ninguna en la orientación. la mayoría tienen 8m de largo por 2m de ancho y 40-60cm de alto. El ancho es lo más uniforme ya que casi siempre es de 2m. Generalmente se encuentran en la parte alta de pequeñas lomas de fácil acceso. La Pendiente de estas lomas frecuentemente ha sido modificada por medio de terrazas artificiales, pero las estructuras se distinguen claramente de las terrazas. Más aún, en ocasiones las estructuras se encuentran construidas sobre las terrazas, principalmente en las más próximas a la cima. Como se menciono, no se tiene uniformidad a la hora de la orientación, en algún momento se considero que estas estructuras funcionaban como las terrazas de cultivo: la contención del suelo para evitar la erosión. Pero al observar el conjunto de estructuras, se nota que su posición, con respecto a la pendiente no las haría funcionales para prevenir la erosión.

Para tratar de entender la función de estas estructuras decidieron excavar una de ellas. En abril de 1980 excavaron una trinchera de 2x 8 m que atravesó una de las estructuras por el centro. Trazaron la trinchera de 2m de ancho y avanzaron por cuadros alternos. Esperaban encontrar el arranque de un pequeño talud, pero descubrieron que la estructura no era un simple amontonamiento de piedra. Les llamó mucha la atención encontrar debajo de unas cuantas piedras sueltas algunas rocas acomodadas de tal manera que formaban un círculo. De no ser por la total ausencia de cenizas o carbón, la hubieran identificado como un fogón. No había ningún objeto dentro del círculo formado por las piedras. tomaron muestras de tierra, que aún no se sabe si fueron analizadas. La profundidad de la trinchera alcanzó el tepetate a los 70 - 80 cm de profundidad. En 16 metros cuadrados excavados no se recuperó un solo tepalcate.

La ausencia de material arqueológico dificulta el establecimiento de una cronología. Aun así y con toda seguridad descartaron que sean de época colonial o reciente. La respuesta típica al indagar acerca de estas estructuras con los vecinos de la región fue siempre "quien sabe... ahí están de por sí... desde siempre". Propusieron que se datan del Postclásico Temprano. Fuera de un sitio con material teotihuacano, todos los que se encuentran cerca de las estructuras son de este periodo. Pero la duda surge ¿Qué son estas estructuras? Hasta ahora no se tiene una respuesta definitiva. Representan una gran inversión de esfuerzo humano, si bien no implica el conocimiento de técnicas de construcción muy sofisticadas, el simple acarreo de piedra supone el esfuerzo de mucha gente durante un largo tiempo. cubren áreas extensas, tan solo un grupo al norte se encuentra diseminado en un área de 600 hectáreas. No parece que hayan sido elementos habitacionales. Ni durante los recorridos de superficie , ni excavaciones se logró recuperar un solo tepalcate u otro material arqueológico. Tampoco son terrazas de cultivo.

Pensando en elementos arqueológicos del Viejo Mundo se recuerda a los de túmulos mortuorios (Daniel, 1958) idea que además ha sido sugerida por varios investigadores. Esto implicaría la existencia de una necrópolis de una dimensión exagerada para la densidad demográfica de esta región de acuerdo con otras investigaciones. Por otra parte la excavación no arrojo ningún dato al respecto. En la mayoría de los casos se encuentran asociadas a terrazas, por lo que se recurrió a fuentes históricas otomianas (Manrique, 1969) e históricas (Sahagún, 196: 195; Carrasco 1960) pero no encontraron ningún dato, por lo que se puede suponer que de alguna manera fueron usadas en agricultura. Pero esto siempre tiene una contradicción, las terrazas se encuentran siempre en la cima de pequeñas lomas, precisamente donde el suelo cultivable es más delgado. En la mayoría de los casos no tiene más de 10 cm de espesor. Se puede pensar que estas entonces tuvieron como función conservar o aumentar la humedad de los espacios entre ellas. Pero su orientación y sobre todo su posición respecto a la pendiente las hace ineficientes para este fin.

Nos encontramos ante una serie de estructuras muy poco comunes en el Centro de México, hasta donde ellos sabían eran las únicas. Representan la inversión de una gran cantidad de esfuerzo humano, por lo cual debieron de tener bastante importancia para quienes las hicieron o las mandaron a hacer con fundamento en los datos que ahora han aparecido; y debido a la asociación de estructuras con terrazas de cultivo, se puede proponer que tuvieron relación con la misma, pero sin poder especificarla. Acaso la importancia económica que ha tenido para los grupos otomianos el maguey, puede apuntar hacia una utilización relacionada con su cultivo. Por último el hallazgo durante la excavación de un alineamiento circular de piedras, tal vez de carácter ceremonial, complica esta ultima interpretación, sin apuntar definitivamente hacia otra.

Comentarios

Entradas populares