Las Flores de Temascalcingo

La posibilidad de heredar a las futuras generaciones una sociedad en armonía con la naturaleza dependerá del esfuerzo y la planificación responsable que los temascalcinguenses hagamos a través de los programas de desarrollo agropecuario. El aprovechamiento racional y sostenible de nuestra diversidad biológica nos permite disfrutar de una gran cantidad de bienes y servicios ambientales, además de evitar que en un futuro nuestros hijos y nietos sean privados de los mismos.

El objetivo de estos planes debe ser frenar el desequilibrio ecológico y proteger la vasta diversidad biológica de nuestra tierra, de nuestro espacio común, con el fin de brindar un mayor bienestar a los temascalcinguenses del presente y del mañana. Para cuidar nuestra riqueza natural, es imperativo contar con información actualizada de todos nuestros recursos biológicos, así como definir políticas ambientales y de desarrollo sostenible. Es decir, saber dónde y cómo se encuentra nuestro patrimonio natural, y proceder así a su cuidado y preservación.

Los recursos biológicos y naturales no han sido del todo reconocidos por sus valores globales: ambiental, biológico, socio económico, cultural y estético. Las personas de Temascalcingo no están plenamente conscientes de los múltiples beneficios que de manera directa e indirecta recibimos de la vida silvestre y de los distintos ecosistemas que nos rodean, los cuales además nos proveen de servicios ambientales indispensables para la supervivencia de la comunidad. Una de las consecuencias más importantes en la biodiversidad ha sido la disminución de las poblaciones de especies silvestres. Tal disminución ha comprometido el equilibrio de los ecosistemas, e incluso, provocado la extinción de especies. Casos particularmente serios son las poblaciones con áreas de distribución restringidas, aquellas que naturalmente cuentan con un número reducido de individuos, o las que, por su ciclo de vida, son sensibles a los cambios ambientales.

El territorio del Estado de México, en específico de Temascalcingo presenta distintas características tanto climáticas, geomorfológicas, geológicas, edafológicas y biogeográficas que propician el desarrollo de una gran diversidad de especies que habitan en una variedad de ecosistemas, los cuales comprenden desde bosques templados, matorrales, vegetación xerófila, hasta pastizales de alta montaña y vegetación acuática.

El municipio forma parte de dos áreas naturales protegidas: Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca y el Parque Estatal José María Velasco. Estas áreas proveen servicios ambientales a nivel regional, tales como: recarga de acuíferos, protección de la biodiversidad y captura de carbono, entre otros. En la flora las especies más comunes de árboles que crecen en la región son: pino, ocote, encino, cedro, fresno, aile, eucalipto, sauce y roble; también suelen encontrarse ejemplares de trueno, jacaranda y casuarina. Entre las hierbas silvestres podemos mencionar las siguientes: agaves, alfilerillo, cactáceas, carrizo, cardo, capulín, cedrón, carretilla, chayote, escobilla, helechos, tejocote, huizache y muchos más. Respeta los espacios de las áreas protegidas y recuerda no arrancar estas especies por muy bonitas que se vean ya que son parte importante de los ecosistemas de la región.

Con respecto a hierbas medicinales debemos mencionar el tabaquillo que, incluso, ha originado industrias domésticas; se tiene también, pesthó, epazote de perro, manrubio, árnica, yerbabuena, manzanilla, gordolobo, epazote de zorrillo, té de monte, jocoquera, ajenjo y borraja. Entre las flores de ornato se cuenta con: rosas de todas clases, clavel, dalia, lirio, orquídeas, heliotropo, alcatraz, azalea, hortensia, flor de nube, buganvilias, bola de nieve, margarita, pensamiento, geranio, arete, perrito y violeta.

En algunas partes del municipio se practica la floricultura, que es el arte y la técnica del cultivo de plantas para obtener flores y su comercialización en florerías y viveros. Existen dos tipos fundamentales de explotaciones, la particular y la comercial. La primera, asociada con la jardinería, persigue como objetivo el cultivo de plantas con flores por su belleza y por satisfacción anímica y la llevan a cabo desde aficionados hasta entusiastas coleccionistas que se han especializado en una especie o grupos de especies de plantas.

La floricultura comercial, en cambio, se refiere a los cultivos de plantas para obtener flores que persiguen una finalidad de lucro. Sus productos pueden estar destinados a la ornamentación, a la industria o a la medicina e involucran otras actividades comerciales estrechamente relacionadas, tales como la producción de semillas, de bulbos y de una infinidad de elementos imprescindibles para esta actividad intensiva,que van desde los fertilizantes y agro químicos (insecticidas, fungicidas y herbicidas hasta las macetas y sustratos para el cultivo.

La causa del crecimiento sostenido del mercado de flor cortada en las últimas décadas es, básicamente, el cambio en las pautas de consumo de la población con ingresos medios y altos, que utiliza este producto como elemento decorativo del hogar, regalos empresariales y para solaz personal. Una de las consecuencias del crecimiento de los mercados de flor de corte es la cuantiosa inversión que muchas empresas e instituciones realizan para obtener nuevas variedades de flores, ya sea por medio de mejoramiento genético clásico o por medio de sofisticadas técnicas de ingeniería genética.

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