Gamaliel Bello Garduño [Medico]

Médico, Maestro, Arqueólogo, Químico, Matemático, Físico, Filósofo, Teólogo y Escritor.
Este personaje ilustre de Temascalcingo, Estado de México, nació en la comunidad de Santa María Canchesdá de dicha circunspección municipal el día 4 de noviembre de 1934.

"Gama", no sólo se apasionó del ethos del indígena, sino que fue más allá; se preocupó y se dedicó a defender estas culturas desde una postura diferente, desde su propia trinchera, desde donde pudo y quiso hacerlo, rescatando, resguardando y analizando las piezas arqueológicas localizadas en diferentes lugares de la región, tales, como: en los monogotes del cerro de La Campana, ubicado en Ahuacatitlán, en el cerro de Chisque, en Calderas, en Nejapa, La Magdalena palma, Boscha, ese lugar de hongos o mejor dicho de la región de Acuicuilco, dirían los documentos que el Sr. Amando Osorio pudo traer de la biblioteca de Nevada, E.U y obsequiamos una copia de dicho patrimonio histórico y cultural de Temascalcingo.

Evitando así que en la medida de lo posible personas faltas de conocimiento y carentes de sensibilidad a este nuestro gran patrimonio cultural, sigan saqueando y así violando esta zona arqueológica como hasta el día de hoy lamentablemente está sucediendo, me refiero particularmente al cerro de La Campana, de quien el C. Antropólogo William J. Folan, en colaboración con el Profr. Antonio Ruiz Pérez de Acambay, Estado de México, escribieran un libro de dicho lugar, titulado "El cerrito de la Campana", una avanzada en la ruta Teotihuacana al norte de la gran Mesoamérica, editado por el Instituto Mexiquense de Cultura en 1987, en el que se habla de la cerámica de dicho lugar y de la labor del pueblo tolteca y otomí, así como la narración más real de lo que fue, la cultura en dicho montículo y región se asentó y no la que se ha tergiversado a través del tiempo.

Llevándose sus elementos, tales como la cerámica prehispánica, sus "chucherías" dirían sus lugareños, de valor imprescindible de esta hermosa tierra, que además dicho libro nos da luces suficientes para sustentar que el otomí es el habitante más antiguo de esta región de Temascalcingo, y no solo esto, sino que desde el diluvio fueron quienes habitaron esta Nueva España y como afirma el Dr. Ignacio Fernando Osorio Romero en su libro titulado: "La Luz imaginaria", editado por la UNAM. Así mismo dichos objetos nos demuestran que tales indígenas hablantes del dialecto otomí ya eran artistas, tal y como escribiera en 1963 Alejandro Faviano Atanasio Kircher en el mencionado libro.