Florencio Contreras [Artesano]

Dentro de la comunidad Otomí de La Magdalena Cruz Blanca existen muchos artesanos que realizan piezas de buena calidad para el día de corpus de Temascalcingo, sin embargo, uno de ellos destaca de entre todos no solo por conservar las figuras y elementos tradicionales de las piezas que elabora, si no por además conoce la larga historia de esta celebración y mantiene vivos los diseños orginales de las máscaras de viejos, las de colorín y maguey,  tal cual como la primera que él realizó, teniendo como pruebas muchas imágenes en las cuáles se observa como logró rescatar esta tradición, cuando muchos ya utilizaban elementos plásticos, cuero o materiales que nada tenían que ver con Los Viejos de Corpus que el conocía. Estoy hablando del Sr. Florencio Magdaleno Contreras Narciza, quién ha participado en eventos nacionales de artesanías presentándose junto a su comparsa de Viejos de Corpus, quién además a ayudado a varias personas a aprender a realizar las máscaras, y a investigadores y estudiantes que tienen interés por toda la historia que el tiene para contar. El no solo es artesano de máscaras y trajes de corpus, también realiza pinturas al oleo muy hermosas y con diferentes temáticas, realiza restauraciones a imágenes religiosas, sabe de carpintería y herrería. A el le gusta mucho la artesanía de corpus y se nota en cada viejo la pasión que le pone a cada una. Para el Viejo de Corpus existe una bebida especial, que ya muy pocos hacen y se le llama Charape. Esta hecha de Cebada, piloncillo, canela, anís y pulque.

Debo agradecer antes de iniciar infinitamente a su familia y al Sr. Florencio por permitirme esta oportunidad de escucharlo y poder aprender más sobre esta tradición que nos identifica y que todos esperamos con ansias para poder disfrutarla año con año. Su taller se encuentra dentro de su domicilio, un espacio muy cómodo y amplio (que se encuentra amenizado por un poco de música) donde el se sienta a realizar sus actividades artesanales. En un pedestal observo una máscara que él se encuentra detallando, sus herramientas aguardan en una mesa y la pared el momento en que sean tomadas por sus manos para retomar el trabajo nuevamente. Lo más impresionante es la cantidad de "Mini Xitas" (de los cuáles él es creador) que tiene en las repisas de atrás de su taller, las formas y tamaños que él les da y además realizando actividades diferentes, ya que como el nos diría más adelante, la actividad que realiza el Xita es muy importante a la hora de la representación.

Don Florencio comienza a buscar entre sus recuerdos un momento, y me cuenta que a partir de los 12 años el comenzó a participar de esta hermosa tradición que hay en el pueblo; en ese entonces La Magdalena tenía solo un grupo de corpus (cabe mencionar que se dividió en 7 cuarteles teniendo 5 sus propios grupos: Centro, Cruz Blanca, Palma, Bosha y Colonia). El siempre ha visto esta tradición como otomí, y cuenta con muchos elementos para poder afirmarlo. En Magdalena Centro, en el cerro, el conoce un lugar que traducido del otomí al español se llama "Lugar de Juego de Viejos"; a este lugar subían los viejos a jugar e implorar que lloviera, que hubiera buena cosecha y muchos hongos (se hace la comparación de la forma de los hongos con la forma del sombrero de los viejos). Una vez en ese lugar la gente comenzaba a realizar un ritual que consistía en bailar para pedir que lloviera. A él le llama mucho la atención esta danza, a su edad el sigue participando en esta festividad dentro de su traje de Viejo. 

En casa de su papá el veía guardada una máscara de tronco de maguey, como las que vemos el día de hoy, pero en ese momento era la única que existía en La Magdalena que ya tenía el tradicional ixtle y el tronco de maguey; la mayoría que el recuerda de esa época eran de plástico (mayormente garrafones partidos en dos), de hule y de cuero de res (pelotas de fútbol), todas ellas caricaturizadas o con figuras que hacían se perdiera la verdadera esencia de los Xita Corpus. Al no gustarle estos nuevos materiales se reunió con un primo para poder realizar una máscara de tronco de maguey como la que el vió en casa de su papá. Así que se dirigió a buscar los elementos que necesitaba para poder realizarla. El material y la figura le gusto a la gente, pero no fue hasta el Jueves de Corpus cuando todos quedaron sorprendidos con su creación. La gente comenzó a pedirle prestadas sus máscaras año con año y esto a él lo llenaba de orgullo ya que su trabajo hacía que esta fiesta de corpus se viera mejor y regresara a sus raíces. Así empezó el como artesano de máscaras de viejos, siguiendo sus pasos miembros de su familia y gente de la misma comunidad. Su ingenió le ha dado a esta tradición un empuje inimaginable. El se siente muy agradecido y orgulloso al ver que la mayoría de los grupos actuales traen este elemento tradicional.

El nos cuenta que esto inició en la zona de La Magdalena, siendo esta una tradición Otomí - Mazahua. Los dos pueblos otomíes de Temascalcingo son La Magdalena y  San Mateo El Viejo; cuando el era pequeño solo existían Viejos de Corpus en: La Magdalena. Maró, El Puente y San Pedro El Alto (En la actualidad se cuenta con muchos grupos de corpus). Los demás grupos se crearon al ver a estas comunidades divertirse en esta festividad. Él trataba siempre de tener el mejor disfraz del grupo de La Magdalena, ya que siempre tuvo esa inquietud de ser el mejor viejo. Los cargueros lo invitaban a ser el Viejo Mayor (Papá Grande), pero el nunca aceptó debido a la presión que significaba crear un traje para este personaje. Su intención era ser el viejo más grande del grupo y tener el mejor disfraz. Por muchos años consiguió su objetivo, además de que logró tener una buena actuación por la forma de jugar, de hablar y de hacer chistes, que además contaba muchos. Esto le ayudó a que en más de una ocasión el carguero lo llevara a la parte de adelante a remplazar al Viejo Mayor. Esto hizo que los propios compañeros empezarán a crear sus propios atuendos basados en el que el Sr. Florencio había creado. Esto lo motivó mucho para seguir haciendo esta labor.

Sobre la tradición nos cuenta que viene de Europa, llega a México por los otomíes de Hidalgo, Otumba y Ciudad de México pero estos no lo conservaron. En el tiempo de los hacendados la gente indígena estaba asentada en toda la falda del cerro y bajaban a trabajar a la Hacienda de Solís, pero en este lugar eran tratados de una forma humillante, sufrían de hambre y no les alcanzaba la comida para todos los miembros de la familia. Iban y trabajaban de sol a sol, sin tener tiempo para hacer la comida. Las mujeres estando cosechando el maíz, sin que las descubriera el capataz, se escondían los granos de maíz en la faja. Al final del día lograban juntar a lo mucho un puño de granos escondida en toda su ropa. Esto lo nixtamalizaban y le revolvían raspa de maguey o quelites para que rindiera para los hijos.

Ellos para poderse burlar o reírse un poco de los españoles empezaron a hacerse una máscara con hoja de maíz o con un pañuelo que se ponían en la cara empezaban a rugir y a hablar de manera burlona. Con el material que encontraban hacían "un torito", y cuando tenían un tiempo libre lo golpeaban, bailaban y jugaban con el, ya que con algunos pulques encima agarraban valor. Y así es como nos cuenta surgió Viejos de Corpus. Venía de otro lugar, pero aquí llego a revivir con los indígenas y los españoles. El toro para ellos es considerado el mal (hacendado, capataz) y el viejo el bien (indígenas). Esta tradición llego para quedarse en Temascalcingo y sus comunidades son las que la iniciaron. Antes de Viejos de Corpus tenían un mes para poder ir a tocar puertas a Temascalcingo para pedir ropa para su disfraz, ya que la mayoría solo tenía la muda que tenía puesta y una si acaso para cambiarse. Así que para poder realizar esta festividad tenían que ir para pedir desde zapatos hasta cualquier ropa que pudieran utilizar. Una vez que conseguían el objetivo regresaban a su casa para agregarle ixtle, harapos y eso es una costumbre que el menciona ya se perdió y le parecía muy interesante.

El cargamento es un elemento importante de los Viejos, y no lo deben de cargar solamente por cargar o para que se vean bonitos, ya que el significado que el nos explica es mucho más importante; cuando se acababa la cosecha en la Hacienda y ellos no tenían nada que comer les llegaba la hambruna, así que tenían que salir de la comunidad a donde fuera a buscar un lugar donde hubiera cosecha o verduras para poder alimentarse. A esta gente se le relaciona mucho con los Viejos por que antes de salir de su pueblo tenían que ir a ver al santo patrón para darle sus razones y pedirle permiso para salir y que puedan llegar sanos. En aquel tiempo se iban mucho a Guanajuato y Michoacán. Allá se quedaban toda la cosecha, ya que había muchas verduras y frutas. Cuando se iban de aquí para el lugar donde iban a trabajar cargaban una "maleta" con cucharas, comal, cazuelas la mayoría eran cosas para cocinar en el campo ya que se iban caminando,además de su respectivo petate para dormir; si cazaban un animal utilizaban la carne para comer, pero la piel la guardaban por si le podían dar otro uso, por eso estos elementos tienen importancia dentro de esta festividad. Al regresar al pueblo venían contentos ya que traían cargando muchas frutas, verduras, animales, semillas; pero lo primero que hacían era llevarle una ofrenda al patrón de su parroquia por la ayuda recibida, le llevaban lo mejor que tenían como agradecimiento. 

Cuando el era muy pequeño recuerda que su abuelita le contaba, mientras estaban sentados en el adobe y veían las luces de los coches que pasaban por la carretera alumbrar su hogar, que ya se acercaba el jueves de corpus, que ya iban a llegar los viejos. Ellos se preguntaban el lugar de donde venían, pero no preguntaban, hasta que un día les dijeron que los viejos venían de Salvatierra, Moroleon, y les decían que ya venían atrás del Cerro Grande. Conforme pasaban los días los viejos se acercaban cada vez más y su abuelita los ponía al tanto de su ubicación. A el se le quedó muy grabado esto por que creía mucho en lo que le decía su abuelita, y siempre tuvo ganas de poder encontrarse a los viejos en alguno de los lugares que ella le mencionaba. En la noche los viejos se  reunían en la casa del viejo mayor o del carguero mayor. Ahí se organizaban para ir a la iglesia y dar la entrada y después los demás llegaban a las vísperas, y al le sorprendía la exactitud con la que le daba su abuelita su llegada. Recuerda que antes los viejos no tenían un traje tan llamativo como los actuales, pero estos viejos hacían muchos chistes, ya que la idea es que al ser ellos de otro lugar decían que eran doctores, ingenieros, dependiendo de lo que traen cargando. Si alguno traía pirul (que es usado para las limpias) era por que representaba a un curandero. así que se acercaba a la gente y les preguntaba sobre su salud, la gente respondía y estos lo invitaban a realizarse una limpia para poder mejorar. Pero aparecía otro con un botiquín y decía ser doctor y que era mejor para esos casos, dándole dulces a los asistentes y de esta manera charlaban, dialogaban y jugaban con la gente. El ve que la gente viene a comprar "La Mejor" mascara para poder salir, pero están callados, sin hacer chistes ni actuar su personaje, ya que la costumbre y tradición de Viejos de Corpus es alegrar y hacer reír a los asistentes.

Abajo dejaré el vídeo de esta entrevista y el audio para que puedas escuchar completo su testimonio, además de sus datos de contacto.

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044 714 193 2011

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