Las Máscaras de Viejos de Corpus (Xita Corpu)

Una parte esencial e indiscutiblemente la más llamativa de esta celebración de Temascalcingo es sin vacilación la máscara tradicional de Viejos de Corpus. Es cierto que las historias sobre el origen de estos característicos personajes son muy diversas, de acuerdo con las distintas comunidades de donde provienen los grupos de danzantes llamados comparsas podemos encontrarnos muchas historias diferentes; parte de estas versiones, por presentar algunos ejemplos, es que anteriormente los hacendados se reunían con sus servidores el Jueves de Corpus; la mayoría eran peones y campesinos de escasos recursos, que tenían que vestir con ropa vieja, casi siempre regalada por los patrones para que pudieran estar "presentables" para esta fecha, que además era para ellos el único día para poder comer carne; la historia relacionada con "El Torito" nos indica que ellos maltrataban al toro (o becerro) del hacendado, poniéndose una máscara para que no pudieran ser reconocidos y así desahogar su coraje, su furia contra el trato que recibían de su patrón. Otra versión relata que parte de esta celebración consistía en que los peones torearan un becerro que les era ofrecido por el hacendado para esta fecha, pero si nos remitimos a la antigüedad esto es poco probable; ya después de disfrutar la comida y bajo el efecto del pulque e inundados de emoción  usaban las ropas para ridiculizar al hacendado, al capataz y sus familias, colocándose por cierto la máscara nuevamente para no ser descubiertos, y así se dirigían a la tienda de raya que se encontraba en haciendas y jacales donde recibía comida y regalos a cambio de un baile; también en la comunidad otomí se cuenta que Los Viejos de Corpus eran las personas que se iban a trabajar a otros estados al terminarse la épica de cosecha de las haciendas locales, quienes se iban cargando su huacal con cosas para el viaje y regresaban llenos de otras más para compartir con la familia.

Regresando a la tradición de la elaboración de estas máscaras de los “Xita Corpus”, podemos decir que es pasada de generación en generación, los padres inculcan las técnicas para realizar este trabajo artesanal, el manejo de las herramientas (que además sus hijos han mejorado y perfeccionado el uso de estas) y el cómo obtener, utilizar y cuidar los materiales para su fabricación. En la zona otomí del pueblo, conocido como "Las Magdalenas" se encuentra la mayor concentración de artesanos que elaboran los trajes y las máscaras de Los Viejos de Corpus (Xita Corpu), aunque también existen artesanos en El Puente - Andaro, Puruahua, La Corona, San Pedro, La Huerta, Maró, El Centro, Bonshó, el Calvario, entre otras comunidades. Cada grupo de Viejos de Corpus (comparsa) lleva sus propios músicos integrados por una tambora y un violín. Las máscaras tradicionales que todos ellos realizan son las de tronco de maguey seco, aunque más adelante veremos que existen más materiales, con hilos de ixtle, los sombreros son hechos de vara, alambre y cartón.

Según Julio Garduño Cervantes:

"Los ojos de Jmicha (La Máscara, Jmicha es Cara) nos permiten mirar nuestro interior y muestra la verdad oculta. La máscara le permite al hombre identificarse con la naturaleza y tratar de dominarla en forma mágica. Todos traen unas máscaras, las de Xixguaru, de tronco de maguey traídas de lejanos tiempos; otra de madera de colorín o tronco de palma; de ellas cuelgan barbas de ixtle, algunas van pintadas; las hay de piel, cartón, metal y de otros materiales, que se identifican con el yo interno, diseñadas con gran imaginación". 

Todas las máscaras son elaboradas a mano, usando diferentes técnicas y herramientas, hay quienes solo utilizan un cuchillo, un taladro y una lima, pero hay quién utiliza más herramientas para tallar en una sola pieza o para crear a partir de añadiduras una máscara; para darles las características facciones de viejos y viejas se emplea la mayor parte del tiempo del artesano además de usar toda su creatividad para elaborar una pieza que deje con la boca abierta a los espectadores, que es la parte fundamental, hacerlas que se vean viejas e imponentes.

En años recientes ya se estaba utilizando mucho las mascaras de hule, garrafón, monstruos, etc. aunque la mayoría que se ven son de "mujeres guapas" y políticos, esto como crítica o burla, pero esa no es la tradición, ni representa a los verdaderos “Viejos de Corpus”. Sí bien esta fiesta también se cuenta es una sátira sobre los hacendados y la manera de vivir de los peones en tiempos antiguos (ya que muchos Viejos se visten de agricultores y van realizando la "siembra"), no debemos olvidar que su principal uso era ceremonial, en tiempos prehispánicos era acerca de la fertilidad y la lluvia; además en comunidades Mazahuas como Santa María Canchesdá, Santiago Coachochitlán, San Francisco Tepeolulco, etc. se encuentran los "Malechas y Mayates" mismos que son utilizados con mucha frecuencia dentro de la celebración de los Viejos de Corpus, pero no son parte de esta tradición, sino que se agrego debido a las fechas que son cercanas con las fiestas de estas comunidades o por la facilidad de vestirse de esa manera.

La tradición de los Xita y su danza se remonta a la época prehispánica en donde según los relatos de la gente mayor, una fuerte sequía los hizo pedir a sus deidades (Tláloc principalmente) el regreso de las lluvias y que estas trajeran consigo buenas cosechas, fue entonces cuando la gente salió a las calles gritando, portando sus máscaras y vestimentas muy llamativas que terminaron por traer nuevamente las lluvias a la comunidad. En la festividad del Etzalcualiztli Azteca podemos rescatar una parte de su celebración que puede verse y relacionarse con los Viejos de Corpus:

"Y eso de hacer vivir juntos a los dos esclavos, como marido y mujer, durante un mes, quería significar el connubio de Tláloc y Chalchiuhtlicue, cuya unión fecundante era el símbolo de la multiplicación de las plantas, de los animales y del hombre, es decir, de todos los seres vivos que existen sobre la tierra. Llegado el día de la fiesta, la cual se celebraba en el patio del Templo Mayor, frente a la capilla de Tláloc, aquellos dos esclavos que representaban a los dioses del agua, permanecían bailando y cantando todo el día hasta la media noche, en que los sacrificaban. A esta fiesta se llamaba Etzalcualiztli, que quiere decir permiso para comer etzalli, el cual era un rico potaje hecho de frijol, maíz, carne de gallina y otros muchos condimentos".

La representación de Tláloc, Dios de la lluvia consiste de ojos conformados por círculos concéntricos o anteojeras, bigotera en forma de volutas que salen por la parte frontal del rostro y colmillos que salen por debajo de la boca, que se puede observar en el 065-071 Códice Ixtlilxochitl, y tiene mucho parecido con las máscaras que utilizan los Viejos de Corpus. Siguiendo con nuestra tradición actual, Los Viejos regresan a sus lugares de origen donde llevan a cabo juegos con la gente y danzan al ritmo del violín y el tambor, rente a su iglesia simulan preparar la tierra para la cosecha, arandola con instrumentos de cartón que van dejando dulces a cada movimiento, entrada la tarde cada uno de los Xitas capotea al toro para que finalmente, al llegar su turno en el juego, "Papá Grande" o "Viejo Mayor" fallezca en medio de las lamentaciones de "Mamá Grande" o "Vieja Mayor" y sus hijos; después de la tragedia familiar se simula el entierro de "Papá Grande" con lo que llega el momento de servir los alimentos a los asistentes y a los danzantes, la fiesta finalmente culmina con la resurrección de "Papá Grande" quien saltando y dando gritos llama la atención de los presentes y promete su vuelta el año venidero. La máscara de estos dos personajes es siempre más grande y detallada que las de los hijos, aunque depende la creatividad de cada artesano. Estos dos personajes se eligen de una manera muy singular, normalmente siendo aptos aquellos con muchos años de experiencia para la creación de máscaras, por su creatividad y sus bellos diseños, o por ser miembros respetables de la comunidad y ser conocedores de esta tradición, los demás miembros acuden a su casa días antes de el día de corpus a pedirles con una ofrenda ser el Viejo o Vieja Mayor de la comparsa.

De todas las historias que se cuentan sobre esta celebración podemos decir que con la conquista española el rito católico de Corpus Christi fue asimilado por los indígenas gracias a las coincidencias que tenían las fechas con el ciclo agrícola y las festividades de Tláloc, de manera que su tradición no se perdió, sino que terminó fusionándose con los ritos de la nueva religión, principalmente haciendo uso de las imágenes que estos introdujeron a las capillas de cada comunidad. Con el paso del tiempo las sequías aumentaron y ellos recurrieron a este antiguo rito para pedir que las lluvias regresarán a la región; y muy probablemente también fue utilizada para reclamar a los hacendados la forma de vida que se les había impuesto y los abusos cometidos en contra de su comunidad. Esto me hace pensar que no solo estamos hablando de historias dispersas y completamente diferentes, sino de una gran historia que se originó con un ritual prehispánico que fue adaptándose y ajustándose al entorno social y el modo de vida de las personas, dándoles la oportunidad de expresar su sentir a través de las épocas, manteniéndose con vida hasta nuestros tiempos . La máscara de corpus es un elemento invaluable y con alto contenido creativo que nuestros artesanos en las comunidades realizan para conservar esta tradición original, sus elementos deben de ser respetados y rescatados al seguir usando materiales tradicionales para la creación de cada una de ellas, ya que sin máscaras, Los Viejos de Corpus no serían una de las más bellas tradiciones de México.

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