En las Comunidades de Temascalcingo Pt. 2 - Leyendas

Las Monedas
Esta es una leyenda típica del Centro de México y no puede faltar la que se cuenta en Temascalcingo. Se cuenta sobre una antigua casa del centro, cuando Temascalcingo estaba empezando a nacer, que se dice está encantada, y que en ella hace mucho tiempo vivía una familia acomodada que tenía una hija pequeña y varias personas a su servicio. Una noche mientras la niña dormía escuchó unos ruidos en el pasillo, abrió lentamente la puerta de su cuarto para mirar el pasillo que comunicaba los cuartos, era un corredor largo y oscuro, lleno de cuadros que su papa había traído consigo y enlosado. Al final del pasillo podía verse a un pequeño niño levantando una de las losetas y metiendo algo dentro de un hueco en el suelo.

La niña no podía creerlo, lo que vio relucir en la mano del muchacho al pasar por la tenue luz que entraba por la ventana eran monedas de oro. Cuando el niño se fue, ella salió y se dirigió hacia allí; entonces apareció una de las criadas con una vela enorme que también había visto lo que había pasado y quería sacar partido. Decidieron que no dirían nada a nadie. Después de aquel hecho, todas las noches la niña y la criada esperaban al niño para poder atraparlo y encontrar donde escondía el dinero, pero no fue así. Una noche en medio de su labor de vigilancia la vela comenzó a parpadear estaba a punto apagarse, así que la criada le dijo a la niña que volviera a la cama, pero no fue así, ella no quería dejar de observar y mirar lo que pasaba. En el momento justo en que el último rayo de luz salió de la velael niño apareció frente a la niña que al verlo lanzó un grito muy fuerte y todos fueron despertados y salieron corriendo al cuarto de la niña, pero ya no había nadie ahí. La criada decidió no decir nada a nadie sobre el niño que había visto al apagarse la vela, los padres dieron a la niña por desaparecida y el tema se fue olvidando con el tiempo.

Pero aún en la actualidad dentro de esa casa se siguen oyendo por las noches los gritos de auxilio de la niña que repiten noche tras noche en el pasillo

– Por favor… Socorro… Sáquenme de aquí.

El Barranco
Entrada la madrugada, dos hombres ebrios caminaban por un camino de tierra saliendo recién de una fiesta con rumbo a su casas en Andaró, cuando vieron a mitad del camino una hermosa mujer vestida de Blanco que los observaba con interés, en medio de la borrachera, uno de ellos expreso querer hablar con la desconocida y la siguió, pensando en no abandonar a su compañero de bebida, el otro hombre también fue detrás. Caminaron cuesta arriba tras ella, cantando y gritando para que los esperara un momento, pero aquella bella mujer parecía ignorarlos por completo.

Fue entonces cuando se toparon con uno de sus vecinos, que viéndolos tan alegres y pensando en continuar la fiesta, se les unió, el alboroto fue mayor ya con tres en la cuenta, la siguieron un par de kilómetros más. El velador de un rancho escuchó la escandalera y en unos cuantos segundos los vio pasar frente a él con la fiesta por dentro, por más que intentó hablarles estos no escucharon, tras la insistencia del hombre en un grito desesperado pudo captar su atención, y los tres alegres compadres voltearon hacia atrás. Queriendo ignorarlo una vez más volvieron la vista a la mujer, para darse cuenta que estaban al borde de un barranco, y la hermosa dama flotaba en medio de ellos, llamándolos a su lado.

La Mujer del Camino
En entradas pasadas ya habíamos comentado algunas leyendas sobre estas apariciones, pero ponemos algunas más que nos han compartido. Se identifica como la causa de estas apariciones a una mujer que se aparece misteriosamente en medio del camino, distrayendo a los conductores. Cuando estos intentan esquivarla sufren percances y otros tantos aseguran haberla atropellado. Este es el caso de la persona que nos manda esta narración. Muchos testigos dicen que estos sucesos son causados por una presencia del más allá, que se aparece a altas horas de la noche, en medio de la oscuridad, se cruza frente a los autos, causando accidentes a diestra y siniestra.

Esta persona iba de noche regresando de Amealco de un baile, acompañado de 3 personas más que presenciaron los hechos, su domicilio era en Santa María Canchesdá, por lo cuál decidieron tomar el camino por la libre y pasar al centro de Temascalcingo para ver si podían encontrar algo que hacer. El nos dice que venía por la gasolinera de Solís y no pudo evitar golpear a una mujer que estaba parada a media carretera, el sintió que la atropelló, al igual que sus pasajeros vieron lo mismo, incluso uno de ellos sintió que la despedazó el conductor con su auto, pero cuando se bajan por fin del coche para buscar a la herida no pueden si quiera encontrar rastros de que alguien haya sido lastimado al exterior del vehículo, extienden su búsqueda hasta los arboles cercanos también sin resultados.

También nos cuentan que un par de jóvenes conducían su vehículo compacto en la carretera que va a Juanacatlán, la lluvia apenas les dejaba ver el camino, así que bajaron la velocidad y siguieron con cautela, hasta percibir un resplandor muy intenso adelante. De inmediato el conductor hizo el cambio de luces, pero no tuvo respuesta, la iluminación frente a ellos seguía molestando sus ojos. Condujeron casi a ciegas, solo unos cuantos metros, hasta quedar inmersos en aquella claridad. Dentro de ella, alcanzaron a distinguir una jovencita, que con el cofre de su coche en alto, intentaba desesperada arrancarlo. Los dos chicos de inmediato se orillaron, y bajaron del auto, para ayudarla. La saludaron y después fueron a ver el motor, aunque no tenían la más mínima idea de que hacer. Durante algunos minutos fingieron revisar los desperfectos, y finalmente se ofrecieron a llevar a la chica a su casa, sin embargo ella se negaba, no quería dejar su coche ahí en medio de la nada.

Así que los chicos le ofrecieron entonces compañía mientras esperaban. Platicaron un largo rato, luego ella entre y broma y broma, fue acercándose a la carretera, donde en un segundo soltó un grito aterrador y salió expulsada, elevando su cuerpo varios metros sobre el aire. Los chicos hicieron una mueca de desagrado y asombro, presenciar tal evento les dobló las rodillas y cuando recuperaron la lucidez. Fueron en búsqueda del cuerpo de la chica, pero no lo encontraron por ninguna parte, el auto que estaban "arreglando" estaba ahí, abandonado ya hace mucho tiempo.

Se dice que entre las 9 y las 12 de la noche, los taxistas son detenidos por una señora que solicita sus servicios. Y cuando ella aborda un frío les recorre los huesos, directo hasta el tuétano y el corazón les empieza a palpitar más rápido de lo acostumbrado. Mientras el taxista conduce, tiene la sensación de que algo no anda bien, dentro de la unidad se percibe una sensación de angustia, y los escalofríos se hacen presentes de forma constante. Al llegar al lugar que la señora indica, esta emite un gutural grito que hace vibrar hasta las ventanillas, el sujeto no le puede ver la cara, por más que intenta, no tiene definidos, ojos, nariz o boca y se aleja por la calle, caminando muy rápido, vistiendo un vestido largo, muy elegante y vaporoso, hasta que se le ve desaparecer en medio de la inmensa oscuridad.

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