Generaciones han pasado en Temascalcingo observando la evolución de El Cerro Chato, que ahora es conocido como la Pedrera, de este lugar se saca la cantera que sirve como base de carreteras y para cimientos de las casas; que además es un símbolo de la comunidad, aunque recientemente se ha eliminado de nuestra vida diaria pero debemos buscar rescatar este bello elemento de construcción. La cantera que se obtiene de aquí es de muy buena calidad pero por estar en bruto solo tiene estos dos usos, para uso artesanal necesita ser sacada de las vetas superiores y debido a la falta de aditamentos es muy difícil que ellos la logren obtener de manera efectiva. Antes de hablar de este lugar cabe mencionar que los caminos que te llevan a ella son muy hermosos, llenos de flores muy coloridas y de paisajes que te llevan por un viaje en el tiempo, antiguos caminos que nuestros antepasados llegaron a recorrer.
Sobre el camino que lleva a la pedrera nos cuentan los trabajadores, algunos con más de 40 años trabajando en el lugar, los burros eran el primer medio de transporte de estas piedras, usando los caminos que hasta la fecha siguen vigentes; según las historias de los abuelos la cantera se abrió al necesitar material de construcción para la iglesia del centro. Así fue como se empezó a explotar este bello material. Después varios ayuntamientos la utilizaron para realizar las calles del municipio y las personas para adornar de una manera diferente sus casas y negocios. Muchos otros la utilizaron para crear sus bardas perimetrales, elementos que hasta la fecha siguen vigentes en algunas regiones de Temascalcingo.
El día comienza muy temprano para estos trabajadores de la cantera, normalmente siguen el mismo ritual antes de empezar a trabajar, llegan y a su paso saludan a los que ya se encuentran, se encomiendan a su imagen en el centro de la pedrera, descansan un momento de la cuesta que acaban de recorrer y se disponen a preparar sus herramientas para la jornada laboral: pico, marro, martillos, cuñas, palas, etc.; todo el trabajo es manual, básicamente se utiliza la fuerza bruta para romper, bajar y subir las piedras rumbo a su destino, algunas veces apoyados por la gravedad quién hace un poco más fácil su trabajo. Lo más importante para ellos son los camiones de volteo, ya que ellos son quienes realmente vienen a dejar el pago por el material, los camioneros se dedican a ofrecer el producto y hacer el trato con el comprador, después se dirigen a la pedrera donde cargan el camión para poder llevarlo y seguir con la búsqueda de clientes.
Las personas que trabajan en este lugar rondan los 30 - 35 elementos, pero hay épocas donde la venta es baja y muchos de ellos se retiran a buscar suerte en otros empleos, los "fijos" son cerca de 15 personas que ya ininterrumpidamente le dedican su esfuerzo a explotar este yacimiento. A pesar de las carencias, falta de equipo y de seguridad muchos de ellos le dedican arduas jornadas laborales, durando entre 8 - 9 horas o como ellos mencionan "Se van hasta que el cuerpo aguante" y es que es sin duda una labor muy desgastante la que realizan para poder sacar adelante la venta del día. Algunos jóvenes aprovechan las vacaciones para laborar en este lugar y sacar un poco de dinero para la compra de útiles y apoyar a la economía familiar. Este trabajo como nos mencionaron ahí, es de generación en generación, siendo ya 3 generaciones las que trabajaron en ese lugar, siendo estos jóvenes la 4ta generación. La mayoría de las personas que labora en el lugar son de las comunidades cercanas.
Parte de lo que los canteros requieren es que se les reconozca su trabajo, ya que la cantera es un elemento muy importante para la arquitectura de muchos lugares, incluso algunos de ellos han salido de ahí para convertirse en maestros de la restauración, de la fabricación de elementos decorativos o artesanales. En Temascalcingo es una actividad que se está extinguiendo, siendo solo algunas personas en El Puente, Boquí y las Ánimas los maestros que se dedican aún a la creación de elementos de cantera para la venta al público en general. Ellos comentan que les encanta que la gente vaya a la Pedrera y utilice los miradores naturales, y que sería una buena iniciativa el apoyarlos con promoción para no solo dar a conocer el producto, si no aumentar el turismo de buena manera en la región.
Sobre el camino que lleva a la pedrera nos cuentan los trabajadores, algunos con más de 40 años trabajando en el lugar, los burros eran el primer medio de transporte de estas piedras, usando los caminos que hasta la fecha siguen vigentes; según las historias de los abuelos la cantera se abrió al necesitar material de construcción para la iglesia del centro. Así fue como se empezó a explotar este bello material. Después varios ayuntamientos la utilizaron para realizar las calles del municipio y las personas para adornar de una manera diferente sus casas y negocios. Muchos otros la utilizaron para crear sus bardas perimetrales, elementos que hasta la fecha siguen vigentes en algunas regiones de Temascalcingo.
El día comienza muy temprano para estos trabajadores de la cantera, normalmente siguen el mismo ritual antes de empezar a trabajar, llegan y a su paso saludan a los que ya se encuentran, se encomiendan a su imagen en el centro de la pedrera, descansan un momento de la cuesta que acaban de recorrer y se disponen a preparar sus herramientas para la jornada laboral: pico, marro, martillos, cuñas, palas, etc.; todo el trabajo es manual, básicamente se utiliza la fuerza bruta para romper, bajar y subir las piedras rumbo a su destino, algunas veces apoyados por la gravedad quién hace un poco más fácil su trabajo. Lo más importante para ellos son los camiones de volteo, ya que ellos son quienes realmente vienen a dejar el pago por el material, los camioneros se dedican a ofrecer el producto y hacer el trato con el comprador, después se dirigen a la pedrera donde cargan el camión para poder llevarlo y seguir con la búsqueda de clientes.
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