La Hermandad de los Crucíferos de Temascalcingo

La Hermandad de los Crucíferos de Temascalcingo es una tradición muy antigua y arraigada dentro de nuestra comunidad, se encuentra dentro de la categoría de las 10 más originales a nivel nacional; también tiene gran proyección a nivel internacional. Muchos crucíferos han participado y desfilado en la procesión del Viernes Santo, siempre de manera paralela a la representación de la pasión de cristo, se realiza un recorrido que da inicio en la iglesia de San Miguel Arcangel y pasa por las principales calles del poblado; cargan cruces de madera de diferentes tamaños, dependiendo de la persona que realiza la penitencia, a las dos cruces principales se les conoce como las cruces "Reinas"; con el rostro cubierto, descalzos, disciplinándose al golpear su espalda con un lazo en cada "caída" y bajo un sol intenso; quienes realizan esta penitencia, la ofrendan a la espiritualidad y devoción católica. A pesar de que muchas generaciones han participado en ella se desconoce la fecha exacta de su inicio, el entonces presidente de la hermandad Othón López nos señaló que esta tradición de de los Crucíferos, inició desde 1885 y en el año de 1902 se conformó la hermandad que desde ese entonces realiza la procesión año con año, pero que muchos tienen memoria de que se realiza desde años más atrás, pero se dejo de hacer por un periodo de tiempo y en 1902 el Sacerdote Pasionista Marciano Hernández bendijo las cruces de color verde, incluyendo las dos llamadas “Reinas”, que encabezan siempre la Peregrinación, formándose oficialmente la hermandad, y participando ininterrumpidamente año con año.

Para los crucíferos o cofradía de penitentes, la tradición comienza desde el Miércoles de Ceniza; todos los Viernes salen al Atrio Parroquial en preparación física y espiritual para la Semana Santa; pero ellos mencionan que la penitencia se realiza miércoles y viernes. Antes de Semana Santa realizan una serie de rituales, entre ellos el de ir a la Glorieta por los hermanos de otras comunidades que participaran con la imagen del Señor de la Columna; de igual manera bajan con las cruces de la capilla de las ánimas por la tarde. Dentro de la capilla realizan una oración y se "disciplinan". Las Cruces y algunas imágenes religiosas que utilizan durante este tiempo se encuentran resguardadas en la comunidad de El Calvario. El Viernes Santo los crucíferos salen de madrugada de la Iglesia de San Miguel Arcángel rumbo al Calvario para poder bajar la imagen del Santo Sepulcro, la trasladan en un completo silencio y acompañados de muchas personas que se reúnen para este momento. Temprano en la mañana se inicia el viacrucis. Los hermanos crucíferos caminan, llevando pesadas cruces de madera sobre uno de sus hombros. Doce jóvenes ataviados con llamativos vestidos los acompañan, ellos están representando a los apóstoles. Un tambor y una flauta dejan escapar su sonido triste y monótono. El cielo encapotado contribuye a dar un toque de magia al ambiente. Cada uno de los penitentes es asistido por una o dos personas.

Los crucíferos van vestidos de blanco, y sus mantas están benditas. El padre de Temascalcingo bendice año con año la vestimenta, ya que es un requisito para poder participar. Cubren sus rostros con una manta de cielo blanca. No quieren que nadie los reconozca mientras cargan sus pesadas cruces, algunas de ellas de tres o cuatro metros de largo. Nadie habla, el silencio es absoluto, una palmada, y los crucíferos cambian la pesada cruz de hombro, mientras trata de descansar unos segundos. Dos palmadas, y todos prosiguen calladamente su camino. Llegamos al atrio de la parroquia de Temascalcingo, donde el sacerdote dice a los fieles ahí reunidos: "Es la oportunidad que todos los cristianos tenemos para dirigirnos a Nuestro Señor. No se trata de buscar una presentación, por que esta seria ajena a nosotros. En cambio, una vivencia personal es algo que nos afecta a todos. Tenemos que ser responsables de cada uno de estos momentos, para que así tengamos la oportunidad de participar en el viacrucis del Señor. Esta historia de la Pasión de Cristo ha venido repitiéndose durante siglos, y ha reportado altos beneficios a aquellos que la han vivido en carne propia"

El trayecto total que realizan los crucíferos es poco más de 3 kilómetros. Se inicia con una procesión que recorre todas las calles que circundan la parroquia. Alguno de los miembros de la hermandad lleva sobre sus hombros los entarimados en los que descansan las imágenes de Jesús Flagelado (Señor de la Columna), del Cristo de la Cruz, La Virgen Dolorosa y algunas otras más; mientras tanto, la imagen de la Virgen es sostenida por varias jóvenes, quienes esperan en determinado punto del recorrido la llegada de la imagen de Jesús, a fin de representar lo que se conoce como el encuentro de Jesús con su madre; en la Primera Caída los hermanos crucíferos demuestran su dolor golpeándose la espalda y el cuerpo con las disciplinas que llevan atadas a las manos, de rodillas en el empedrado. Durante la ceremonia religiosa que puede ser dependiendo el clima en el interior de la Iglesia o en el atrio, ya se ha sacado el Cristo del Santo Sepulcro de su ataúd; cuyos brazos y piernas están articulados, para colocarlos sobre la cruz de madera, y así presentar la crucifixión.

Un momento después del proceso se invierte ahora se trata del Descendimiento. Una vez acomodado el Cristo sobre una base de madera madera se le coloca la corona, un corazón de plata, los clavos son puestos debajo del colchón que soporta el cuerpo de la imagen. Aproximadamente una hora y media después de haber salido de la parroquia de Temascalcingo, la procesión se acerca a un árbol que tiene un gran historial en nuestra localidad. Un poema del Prof. Julio Garduño dice que es el árbol de la vida y la muerte, por que los habitantes de Temascalcingo tienen que pasar frente a el forzosamente en dos ocasiones muy importantes de sus vidas. La primera es cuando caminan hacia el oriente, llevan a bautizar a sus hijos. Y la segunda, cuando enfilado hacia el poniente son llevados rumbo al cementerio. Después de pasar por este sitio tan significativo en la vida de los mazahuas, vemos al fondo y sobre la cordillera a la luna que nos saluda a pesar de que la luz del sol no se ha apagado aun. Son casi las 7 de la tarde y hace frió, pero la gente sigue ahí; quiere presenciar la ceremonia del entierro de Jesús. Ahora la procesión esta encabezada por Dimas y Gestas; una persona que representa a un soldado se coloca en medio de ellos y atrás se ve el estandarte que preside la marca de los crucíferos. Después sigue la urna que contiene la figura de Jesús, y enseguida una imagen de la Virgen Dolorosa. Subimos hacia la iglesia del calvario. Los crucíferos llevan la urna, y antes de iniciar el ascenso, la Virgen Dolorosa que nos había venido acompañando, abandona el cortejo y regresa a la parroquia de Temascalcingo. Los fieles que se encuentran en la iglesia del Calvario están siendo desalojados, debido a que la ceremonia, como ya dijimos, es de carácter privado, y en ella solo participan los miembros de la hermandad de los crucíferos. La iglesia ha sido especialmente acondicionada para esta ceremonia.

Se han retirado todas las bancas de su interior, y en su lugar se han colocado dos trozos de madera, los cuales servirán de base para sostener la urna que contiene la imagen de Jesús. Los fieles abandonan ya el recinto. Los crucíferos entran. El triste sonido de la flauta y el ritmo monótono del tambor inunda el ambiente. La iluminación se ha desvanecido hasta casi llegar a la penumbra. Los crucíferos levantan la manta que cubre sus rostros e inicia una larga serie de rezos, oraciones como el padre nuestro y el Ave Maria. Hay un momento de silencio; después se oye sonar denuedo la flauta y el tambor, mientras continúan los rezos. Las puertas de la iglesia están totalmente cerradas; las tinieblas solo son rotas de vez en cuando por el flash de nuestra cámara. Los hermanos crucíferos continúan rezando... se flagelan... y quizás flagelen a otros. Cantan, y a través de su débil y triste canto piden perdón. Cuando esta impresionante ceremonia termina, los miembros de la hermandad se sientes satisfechos por haber cumplido su promesa. Durante todo el recorrido realizado por los hermanos crucíferos han llevado el estandarte que los identifica, y el cual ostenta la fecha: 19 de abril de 1912. Le preguntamos al señor Guadalupe Serrano, si esa es la fecha en que fue fundada la orden y el nos respondió que la ceremonia, como tal, tiene mayor antigüedad. La tradición existía antes de que ellos decidieran organizarse como grupo y tomar el nombre de hermandad de los crucíferos, aunque efectivamente, el estandarte que portan fue elaborado en el año de 1902. El señor Serrano nos explico enseguida los objetivos de los crucíferos: "Lo que nosotros queremos al celebrar estas ceremonias son las tradiciones... por eso admitimos en el grupo a criaturas chiquititas por que si lo hiciéramos con puras personas grandes... son muy pocas las que hay...y ya se han retirado muchos." Los crucíferos nos dijeron que desde que tienen memoria, esta es la primera vez que alguien se ha preocupado por dar a conocer, más allá de las fronteras de Temascalcingo, una de las tradiciones más arraigadas de nuestro pueblo.

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