Pan Tradicional de Carlitos | Temascalcingo

Agradecemos al Sr. Manuel Bolaños Figueroa por dejarnos ver el trabajo que realizan para la elaboración del bolillo tradicional de "Carlitos". Cabe mencionar, que el horno donde se elabora el pan tiene más de 90 años y es gracias a el que se logra obtener su característico color y sabor. Mucha gente viene exclusivamente para degustar de este rico bolillo, que es perfecto para las tortas de bacalao, cajeta, o para acompañar un atole o café por la mañana. Es ademas, un lugar emblemático del municipio que preserva una de las tradiciones más longevas y también es de las pocas panaderías que realiza sus procesos de manera artesanal y usando un horno de leña. Desde que el difundo Carlitos abrió el negocio hasta nuestros días se se conserva la tradición. La producción en horno de leña es más compleja que en hornos a gas y eléctricos. Las personas que realizan el pan nos comentan que "El trabajo es artesanal e implica desde amasar hasta hornear cerca de tres a cuatro horas". Aunque en el exterior no hay anuncios llamativos, su aroma de fogón invita a todo transeúnte a pasar por al menos una pieza de pan.

El día empieza temprano, aproximadamente a las 4:00 am, cuando se comienzan a encender el horno, para que a las 7:00 am entre la primera carga al horno y se haya finalizado el amasado, boleado y empaste. El proceso de elaboración del pan tradicional es muy complejo. En invierno se le echa agua caliente a la masa y en verano agua fría para que fermente. El tiempo en el horno no es fijo, la persona encargada del horno debe de estar atento viendo cómo está el pan y se va sacando. Es evidente que la calidad es mayor, no hay más que probarlo. Un pan tradicional de Carlitos es agua, harina, sal, azúcar y levadura. Parece sencillo, pero cuando el proceso es artesanal la producción entera de una jornada se puede ir al traste con un despiste en las proporciones. Si te pasas en algo se pudre o queda salado. La leña tiene que ser de buena calidad. Lo habitual es que el horno alcance los 220 grados centígrados de temperatura, aunque puede llegar a 400 según la cantidad de leña y la capacidad del horno de guardar calor. Por el proceso de fermentación que sufre el pan, no se puede exponer al aire acondicionado. La masa del pan ha de cortarse en trozos y debe de ser con rapidez. El panadero le da forma con sus manos, de ahí van a las tablas especiales de madera y se tapan durante la espera para que el aire no modifique la cualidades del producto final y la corteza sea la justa. Es el momento de abrir el horno y empezar a meter piezas con la pala. Ésta es de madera también y está perfectamente ensamblada para que no se doble o se rompa por el acusado contraste de temperatura que soporta.

Además el horno debe de recibir su mantenimiento, y el lugar de trabajo debe de tener una limpieza diaria. Para mantener en buen estado el horno, éste debe permanecer caliente y no dejarlo enfriar por muchos días, pues podría agrietarse y dejar de funcionar.Los hornos de barro son una tradición que perdura en el país desde las épocas prehispánicas. Muchas poblaciones aún lo usan y hay una tendencia en sumarlo a las viviendas modernas. Un horno de leña bien hecho tiene sus trucos para que funcione correctamente e imprima en la comida magia, sabor y salud. El dorado y el color que le da al pan es algo que no se puede obtener por otros medios. La pieza de bolillo de carlitos cuesta $1°, y se llegan a realizar 2500 piezas al día, el horario en que laboran es de 7:15 am hasta que se acaba, que es aproximadamente a las 11:00 am. Te invitamos a visitar este lugar tradicional y que puedas degustar de un rico bolillo hecho en horno de leña, apoya a la economía local y a la gente que áun realiza de manera artesanal, ya que son 4 familias las que dependen de esta labor.




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